La alerta comenzó en Paraguay en mayo, siguiendo hasta Argentina. Una manga de langostas de unos 20 km2 había ingresado desde el norte y avanzaba hacia el sur a 150 kilómetros por día.
A día de hoy, se encuentra a la altura de la provincia de Corrientes, después de recorrer 1.000 km. La nube de langostas se ha instalado muy cerca de la frontera con Brasil, donde temen que cruce finalmente la frontera y arrase con los cultivos que dan sustento a miles de personas.
Catástrofe para los sembrados
Las langostas no son peligrosas para el ser humano, pero son una catástrofe para los campos sembrados. En Argentina fueron un problema grave hasta la década de los 50, cuando la política de control establecida redujo la aparición de mangas.
En 2015 regresaron, pero los expertos todavía se preguntan la razón. La de este año es la tercera invasión registrada desde entonces, pero desde hace 73 años no llegaba a la provincia de Corrientes, poniendo en alerta a Uruguay y Brasil.
"Como se mueve 150 kilómetros por día, puede cruzar la frontera por la cercanía", ha explicado Héctor Medina, coordinador del Programa Nacional de Langostas del Senasa, ha recogido El País.
Los expertos confían en que esta nube ya no avance hacia el sur porque a medida que uno se acerca a Buenos Aires descienden las temperaturas. Sin embargo, nada les impide avanzar hacia Brasil.
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— Senasa Argentina (@SenasaAR) June 24, 2020
Mitos y verdades de la plaga:
¿Apareció de la nada? ¿Atacan a las personas? ¿De qué se alimentan? ¿Cómo se las controla?
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En una dirección indefinida
Por el momento, esta nube de langostas solo se ha movido por campos nativos, por lo que no ha habido daños en las cosechas. Conocer la dirección que tomará es un imposible, y cuando la manga de langostas elige un campo sembrado puede arrasarlo en unas horas.
Todo depende del clima
"Como esperamos lluvia y una caída de la temperatura en los próximos días, la tendencia es que el problema no empeorará. Pero todavía hay un riesgo, estamos atentos", explica Ricardo Felicetti, jefe de defensa sanitaria del Departamento de Agricultura de Rio Grande do Sul.
Para anticiparse a la nube autoridades brasileñas y argentinas han creado una red de cooperación. Aquellos que no pueden participar en esa red se suman a grupos informales de WhatsApp integrados por consultores de agronegocios, sindicatos rurales y productores. "Tenemos fuentes de información en las entidades, en los institutos meteorológicos y no solo en Brasil, sino también en Argentina y Uruguay. Todos publican en WhatsApp", ha detallado Sartori.
Las langostas no son la mayor preocupación del agronegocio en la zona. La sequía que afecta a Rio Grande do Sul ha causado la pérdida de más de la mitad del cultivo de soja y del 40% del maíz estos cultivos hacen que el Estado sea el tercer mayor productor de granos en Brasil.
El cálculo de la entidad es que las pérdidas en toda la cadena, incluidas la industria alimentaria y otras relacionadas con el campo, alcanzan los 36.000 millones de reales (6.700 millones de dólares). Una cifra que la plaga de langosta solo podría empeorar.
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