Tiene tan solo dos años pero ya adora a las hienas. Siente auténtica fascinación y parece venirle de familia. Hablamos de la pequeña Kiki Wolhuter que vive en la Reserva Natural de Sango, en Zimbabwe, por el trabajo de su padre, experto en estos animales. Por primera vez ha podido jugar con ellos y las imágenes están dando la vuelta al mundo.
Cuando nació, sus padres, Kim y Saskia, regalaron a Kiki un peluche de una hiena. Desde entonces, la pequeña no se ha separado de él. Por fin ha podido conocer a un grupo real de hienas.
El padre de Kiki se dedica a grabar documentales de vida salvaje y reside en la Reserva Natural de Sango. Es experto en hienas y lleva años estudiando su hábitat natural.
Como profesional, consideró que era el momento de que su hija conociese a sus adoradas hienas. "Esa misma mañana había estado jugando y corriendo con las hienas, así que Kiki me suplicó que la dejase correr con ellas", ha explicado al Daily Mail, aunque al principio tuvo sus dudas.
"Primero me negué, porque por lo general las hienas reaccionan bastante distinto cuando se trata de humanos o animales pequeños. Pero me insistió tanto que decidí que, si la sujetaba en mis brazos, no pasaría nada", ha explicado Kim.
En el vídeo podemos observar cómo al inicio del encuentro las hienas más jóvenes se muestran dubitativas, pero al final se acostumbraron a su presencia y se acercaron más a la niña.
Kiki pudo acercarse con libertad a las hienas, que la olisquearon con curiosidad, y este ansiado encuentro tuvo un final feliz. Y es que las hienas no son cómo nos las han mostrado en películas como El Rey León. "Son unos cazadores muy eficientes y les gusta jugar conmigo", ha asegurado Kim, que dedica su vida profesional a estar con estos animales.
¿Veremos más imágenes de Kiki creciendo junto a este grupo de hienas?
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