Un impuesto verde para luchar contra el plástico

Los envases de plástico de un solo uso serán gravados fiscalmente tal como establece a una nueva norma aprobada por el Gobierno de España. Una norma que limitará de forma radical esos productos y cuyo texto endurece el régimen sancionador en el asunto de los residuos. Llega el impuesto verde para frenar la expansión del plástico.

El Consejo de Ministros ha dado luz verde al anteproyecto de ley de Residuos y Suelos Contaminados que incluye el acotamiento de los plásticos de un solo uso. También la Estrategia Española de Economía Circular para recortar el 15 % la generación de residuos en 2030 y un real decreto que favorece el control de traslados de los residuos.

La ministra Teresa Ribera ha explicado los detalles de este anteproyecto, en cuyo texto se incluye que, para los recipientes de plástico de un solo uso, el tipo impositivo del nuevo impuesto indirecto será de 0,45 euros por kilogramo de envase. Con esta medida, el ejecutivo español estima una recaudación de unos 724 millones de euros.

Comienza la lucha contra el plástico

¿Cuáles son los productos de plástico sujetos a reducción? Los vasos para bebidas, incluidos sus tapas y tapones, así como los recipientes para alimentos, cajas, con o sin tapa, destinados al consumo inmediato, in situ o para llevar, y que se suelen consumir en el mismo recipiente.

Ribera ha explicado que pretenden conseguir en 2026 una reducción del 50 % en la comercialización de estos productos de un solo uso, y en 2030 del 70 %, ambos con respecto a 2022.

A partir de 2023, quedará prohibida su distribución gratuita cobrando un precio por cada uno de los productos de plástico entregados al consumidor, diferenciándolo en el ticket de venta.

Cabe destacar que la acumulación de residuos de los españoles durante un año equivaldría a llenar hasta “rebosar”  2.900 estadios de fútbol como el Santiago Bernabeu; unos 500 serían por restos domésticos, y 45 por envases de plástico procedentes de nuestros hogares.

Ribera ha argumentado, además, que cada año llegan unos ocho millones de toneladas de plástico a los mares, una cantidad equiparable a encontrar cada 30 centímetros en el suelo una bolsa de plástico llena de este material.

El anteproyecto prohíbe, a partir de 2021, la introducción en el mercado de bastoncillos de algodón, excepto si entran en el ámbito sanitario, cubiertos (tenedores, cuchillos, cucharas, palillos), platos, pajitas y agitadores de bebidas.

Asimismo, estarán vetados los palitos que van unidos a globos, salvo en los casos de los globos industriales y profesionales. También los vasos para alimentos y bebidas de poliestireno expandido, con sus tapas y tapones, y otros productos de cosméticos y detergentes que cuentan con microplásticos añadidos de manera intencionada.

Sanciones graves

El texto añade al régimen sancionador nuevas infracciones y así, será considerado “muy grave” el abandono, el vertido y la gestión incontrolada de residuos peligrosos y de cualquier otro tipo de residuos si se pone en peligro la salud de las personas o el deterioro grave del medioambiente.

Las multas oscilarán desde 50.001 euros hasta 2.000.000 euros, excepto si se trata de residuos peligrosos, en cuyo caso la sanción podrá ser desde 350.000 euros hasta 2.000.000 euros, para las infracciones muy graves.