¿Tú también has salido al campo con tus perros y has vuelto asustado con el número de garrapatas que traía en el cuerpo? ¿Has visto a varias de ellas caminar por donde nunca antes habían aparecido? Es muy posible que todo esto ocurra, porque el número de garrapatas en España “se ha disparado en los últimos años y no para de crecer”, según ha afirmado la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) para la agencia EFE.
Los expertos en control de plagas han advertido en un comunicado,del aumento de casos de picadura de garrapatas que se están viviendo en las consultas médicas y veterinarias de España. Este incremento de las garrapatas es una tendencia peligrosa para la población que debe “extremar precauciones” para evitar los posibles efectos letales de su picadura.
El aumento de la presencia de garrapatas es consecuencia del incremento de las temperaturas propiciado por el cambio climático, que alarga el periodo de actividad de estos parásitos. ANECPLA ha solicitado a las Administraciones Públicas que lleven a cabo “los tratamientos de control y prevención oportunos”.
Debemos extremar las precauciones ya que la picadura de estos artrópodos, que habitan principalmente en las hierbas altas del campo donde hay abundante vegetación y animales, puede resultar fatal para el ser humano: puede transmitir enfermedades graves como la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, la enfermedad de Lyme o la encefalitis vírica.
Entre los síntomas más comunes de esta enfermedad destacan la aparición súbita de fiebre, dolor muscular, mareos, dolor y rigidez de cuello, lumbago, cefalea, irritación de los ojos y fotofobia (hipersensibilidad a la luz), que puede venir acompañada los primeros días de náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y dolor de garganta, seguidos de bruscos cambios de humor, confusión, somnolencia, depresión y debilidad, detalla el comunicado.
Otros signos clínicos posibles son la taquicardia, adenopatías y diversos fenómenos hemorrágicos, añade.
Tampoco los perros escapan a su picadura, puesto que la asociación informa de que pueden contraer enfermedades como la babesiosis y la erliquiosis.
Para evitar riesgos innecesarios, desde ANECPLA recomiendan que estemos alerta durante los paseos o rutas de senderismo por el campo, pero también al desplazarnos con nuestros canes a parques, jardines, piscinas o playas.
Algunos de los consejos más relevantes son el uso de “ropa protectora adecuada, que deje visible la menor superficie de piel posible”, así como inspeccionar nuestras prendas de vestir y nuestra piel -principalmente las axilas, el cuello, la cintura y la cabeza-, así como el pelo al volver a casa. Es la única forma de detectar pronto si una garrapata se ha adherido a nosotros.
En caso de encontrar algún ejemplar, debemos retirarlo rápidamente con la técnica adecuada -podemos consultar con nuestro veterinario de confianza- y, si es posible, conservarlo para posibles análisis posteriores.
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