Rescatan a un osezno que estaba solo y aislado en Asturias

Estaba solo y aislado de su familia. Un osezno de unos tres meses vagaba por los montes de Proaza y ha sido localizado en las inmediaciones de la aldea de San Miguel para posteriormente ser trasladado a dependencias del Principado de Asturias tras considerar la Dirección General de Medio Natural que era la opción adecuada para su supervivencia.

Desde la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial se activó el protocolo de recuperación de crías de oso huérfanas el pasado 1 de abril después de que los agentes del Medio Natural localizasen al pequeño durante una patrulla de vigilancia en la zona del Cubia, entre los municipios de Yernes y Tameza y Proaza. Allí se había producido un incendio forestal.

????El Principado rescata una cría de #osopardo huérfana en los montes de #Proaza. El ejemplar, un macho de unos tres meses, ya ha recibido los primeros cuidados veterinarios y su estado de salud es bueno. pic.twitter.com/6srPcWefcg

— Gobierno de Asturias (@GobAsturias) April 4, 2021

Después de una exhaustiva revisión de la zona se comprobó que el ejemplar se encontraba aislado de su grupo familiar. Tras los cuidados veterinarios pertinentes, la recogida de indicadores biométricos y la toma de muestras, se colocó al osezno un dispositivo de radioseguimiento.

Gracias a ello, se procuró la reintroducción inmediata de la cría en la zona en la que había sido recogido con el objetivo de su integración en el núcleo familiar. Sin embargo, la vigilancia a la que fue sometido por los agentes del Medio Natural y miembros de la Fundación Oso de Asturias "durante un periodo prudencial" determinó que lo mejor para garantizar su supervivencia era proceder a su recuperación en las instalaciones del Principado.

Cría de oso pardo | ARCHIVO

Cada vez es mayor el número de casos de crías de oso pardo que quedan huérfanas durante sus primeros meses de vida. Esto se debe a la recuperación de la población de esta especie en la cordillera.

Esta situación se produce sobre todo desde finales de la primavera hasta la época de otoño, cuando los ejemplares tienen entre tres y ocho meses.

El grupo de trabajo sobre el oso pardo ha puesto de manifiesto la escasa información disponible sobre la supervivencia de estos esbardos en la naturaleza, por lo que se acordó que, ante la aparición de oseznos, se actuará de forma proactiva en su recuperación, con el fin de proporcionarles tratamiento veterinario y favorecer su reintroducción en el medio natural en las mejores condiciones.