¿Quién ha matado más de 40 burros en California?

La respuesta a esta pregunta tiene recompensa, concretamente 45.000 euros serán entregados a quien pueda poner rostro a la persona que mata burros salvajes a disparos en California desde hace meses. Como si de una película del oeste se tratase, el forajido está en busca y captura.

Más de 40 asnos han fallecido desde el mes de mayo cerca en una carretera en el desierto de Mojave, en California. La recompensa para quien ayude a identificar al autor o autores aumenta con las aportaciones de donantes, y ya supera los 45.000 euros, según ha recogido The Washington Post.

Los cuerpos sin vida de 42 burros han sido hallados abatidos a lo largo de 95 kilómetros de la carretera que une las poblaciones de Halloran Springs, en California, y Primm, en Nevada, cerca del extremo norte del Mojave. Esta vía constituye la principal comunicación entre Las Vegas y Los Ángeles. 

Donantes anónimos, instituciones públicas y fundaciones han querido ampliar la cifra de la recompensa inicial con sus aportaciones. ¿Y por qué tanta preocupación por estos sucesos?

Los burros en estas zonas son animales protegidos. Auténticos emblemas. “Los caballos salvajes y los burros son un icono del oeste americano, y forman parte de nuestra herencia cultural. Seguiremos cualquier pista hasta capturar a los responsables de estas muertes crueles y salvajes”, ha explicado William Perry Pendley, de la Oficina de Administración de Tierras estadounidense.

De hecho, la captura, hostigamiento o muerte de uno de estos animales está castigada con un año de cárcel y una multa cercana a los 2.000 dólares. 

Los asnos muertos formaban parte de una manada de cerca de 120 ejemplares, según una portavoz. Los cadáveres, tal como han sido hallados, dan a entender que el autor de los disparos podría utilizar un rifle apuntando al cuello de los asnos desde la distancia. 

Los emblemas del oeste

Los burros fueron introducidos en Norteamérica por los españoles, ha explicado el citado medio. Fueron trascendentes durante la fiebre del oro como animales de carga. 

Se expandieron tanto los pollinos ante la falta de depredadores naturales, que a mediados del siglo pasado las matanzas provocaron su declive, una situación que finalmente hizo que fuesen protegidos en los años setenta. 

En la actualidad, las autoridades de Estados Unidos creen que unos 16.000 burros viven en las áreas bajo supervisión pública.