Cuando llega la pérdida de nuestra mascota, la tristeza se apodera de nosotros. La falta de información con respecto a los pasos que debemos dar después de su fallecimiento hace que muchas familias se sientan abrumadas a la hora de tomar una decisión trascendental. Por ello, tratar con previsión este asunto tan difícil puede sernos de gran ayuda antes de enfrentarnos a su muerte.

En España, igual que en otros países, existen diversas alternativas para dar un adiós digno a nuestros fieles amigos. Las dos principales son la incineración y el entierro, prácticas bastante habituales. Sin embargo, es importante conocer las particularidades de cada una y las regulaciones vigentes en la actualidad.

Los psicólogos especializados en esta materia recomiendan valorar estas posibilidades antes de tener que pasar por el duelo de la pérdida, para que, en esos duros momentos, no tengamos que invertir energía y tiempo en informarnos para elegir cuál será el futuro del cuerpo de nuestra mascota.

¿Cómo funciona la incineración?

La incineración se ha convertido en una de las opciones más populares en nuestro país. Es un proceso respetuoso con el medio ambiente y ofrece varias alternativas personalizadas para los dueños que desean conservar un recuerdo de su animal de compañía.

Puede ser individual o colectiva y, dependiendo de ello, el precio será mayor o menor. La individual te permite recuperar sus cenizas, puesto que es incinerado o incinerada en solitario. Estas cenizas podrán ser guardadas en urnas especiales que podrás mantener contigo o que podrás enterrar donde prefieras. En la colectiva, los restos no se devuelven al propietario de la mascota porque es incinerada junto a otros animales. Es por ello que su precio es inferior al de la individual.

Dado que esta decisión tiene un coste que puede ascender a varios cientos de euros, valorar la posibilidad de pagar poco a poco es un camino que cada vez toma más gente. Existen seguros específicos de deceso para mascotas, con los que pagas al precio actual por el servicio que quieres. Es fundamental valorar bien los seguros existentes y elegir el que de verdad se adecúe a tus necesidades específicas. Estos seguros suelen ofrecer la alternativa de prepago de una incineración individual, colectiva, o incluso de un pequeño velatorio para hacer una emotiva despedida a tu amigo peludo.

¿Dónde puedo enterrar a mi mascota?

Esta es otra de las preguntas más habituales. Los perros o gatos, así como otros animales de compañía, pueden enterrarse en cementerios dedicados a ese fin e incluso en el propio hogar, dependiendo de dónde residas y siempre y cuando tu comunidad autónoma o país así lo permita.

Entierro en cementerios de mascotas

El entierro en cementerios específicos para animales es otra opción que ha ganado terreno en España en las últimas décadas. Este tipo de cementerios ofrecen parcelas donde los dueños pueden enterrar a sus mascotas y visitarlas cuando deseen. Los cementerios de mascotas suelen proporcionar ataúdes biodegradables y otros servicios funerarios, como lápidas personalizadas.

Entierro en una finca privada

En algunos pueblos o zonas rurales de España todavía se permite enterrar a la mascota en la propia finca, siempre que se respete la normativa sanitaria. Esta opción puede ofrecer consuelo a aquellos que desean mantener a sus mascotas cerca, aunque en algunas comunidades autónomas está prohibida o regulada estrictamente. Debemos asegurarnos de que el entierro se realiza a una profundidad suficiente para evitar problemas sanitarios o la intervención de la fauna local, así como evitar el uso de plásticos u otros elementos contaminantes. 

En el caso del entierro, es fundamental corroborar con la normativa de tu ciudad o comunidad autónoma que esté permitido. En la mayoría de las zonas urbanas de España, enterrar una mascota en el jardín o en terrenos privados está prohibido por razones sanitarias. Las autoridades locales suelen exigir que los restos de animales se gestionen a través de servicios especializados, como la incineración, para evitar la contaminación del suelo, la propagación de enfermedades y problemas relacionados con otra fauna autóctona.

En comunidades autónomas más pobladas y urbanizadas, como Madrid, Cataluña o Andalucía, el entierro de mascotas en propiedades privadas suele estar prohibido. En estas regiones, es obligatorio acudir a servicios de incineración o cementerios de mascotas.

La elección entre incineración o entierro dependerá en gran medida de las circunstancias de tu familia. La pérdida de una mascota puede ser un momento muy doloroso, y el proceso de despedida te será de ayuda para el duelo. Tener una previsión del gasto que te va a suponer, o saber que ese dinero ya lo has invertido cuando has podido, te ayudará a no preocuparte por todo este proceso tan duro que llega justo después del fallecimiento.