¿Por qué ya no emigran algunas cigüeñas blancas?

¿Quién no ha visto alguna vez a las emblemáticas cigüeñas blancas? Sus nidos en altura y sus vuelos rasos llaman la atención de todos en pueblos y ciudades.

¿Sabías que algunas de ellas ya no emigran de España? ¿Y que pueden alimentarse de roedores? Te contamos estas y otras curiosidades de la cigüeña blanca.

1. Pasión por el saltamontes... y el ratón

La Ciconia ciconia es una especie de ave cuya alimentación se base en grandes artrópodos como el saltamontes y el escarabajo. Según la región en la que habitan, también pueden comer una amplia variedad de invertebrados, como lombrices de tierra, pero también vertebrados, como roedores, culebras, lagartijas, ranas y hasta polluelos. ¿Lo sabías?

2. Igualdad de sexos

Sí, hembras y machos son iguales, idénticos en forma, coloración o tamaño. No presentan diformismo sexual.

3. Nidos gigantescos

Cada año, la misma pareja regresa al nido correspondiente para reproducirse. ¿Sabías que uno de estos nidos puede alcanzar los dos metros de diámetro y llegar a pesar hasta una tonelada?

4. Paternidad compartida

La cigüeña blanca puede poner hasta siete huevos, aunque habitualmente ponen unos cuatro. Los huevos eclosionan tras poco más de 30 días de incubación.

Ambos padres participan en este proceso y consiguen mantener calientes a sus pequeños antes de llegar al mundo, para que lo hagan sanos y salvos.

Cigüeña alimentando a sus cigoñinos

5. Polluelos con dientes

Como la mayoría de los reptiles y aves, los cigoñinos al nacer tienen un pequeño diente en el pico gracias al que pueden romper la cáscara del huevo. Estas crías podrán volar en solitario a partir del tercer mes. Si vemos que una cigüeña tiene pico y patas de color rojo, sabremos que estamos ante un ejemplar adulto.

6. Miles de cigüeñas

Según datos de SEO/BirdLife, existen más de 30.000 parejas reproductoras en España. Esta cifra es con la que se suele censar a este emblemático animal que ha aprendido a convivir con el ser humano.

7. ¿Aves migratorias?

Las cigüeñas son conocidas por sus migraciones. Las españolas migran a través del país cruzando hacia África por Gibraltar. Sin embargo, cada vez vemos más cigüeñas que deciden elegir España como país de residencia habitual. ¿A qué se debe este cambio de comportamiento?

Cultivos como los arrozales y los vertederos actúan como "supermercados" para estas aves, debido a la variada oferta de alimentos que atraen y acomodan a las cigüeñas.

Otro fenómeno que influye en la permanencia de las cigüeñas en sus áreas de cría es la introducción del cangrejo americano, hoy convertido en plaga en muchos ríos y lagunas. Un manjar para estas aves.

La polución de las aguas también provoca la muerte agónica de barbos y carpas que se convierten en presas fáciles de conseguir para las cigüeñas. El peligro de intoxicación es evidente, sobre todo en época de cría, cuando los débiles polluelos pueden incluso fallecer por la ingesta de toxinas.

Por tanto, aunque la migración es un comportamiento regulado genéticamente, la adaptación de la cigüeña es tan fuerte que es capaz de modificar este comportamiento. Asimismo, las cigüeñas saben que, cuanta menor migración, menor gasto de energía para regresar a sus nidos, y menos riesgos padecen de caza furtiva o de perecer ante sequías o vientos huracanados durante sus viajes.

La cigüeña blanca empieza a quedarse en España de forma permanente