Manoliño y Roger, la amistad entre un delfín y un navalleiro

Enero trajo a la ría de Muros y Noia, en Galicia, a un simpático delfín mular que adoraba curiosear. Allí recogía navajas el mariscador Roger Suárez, 'navalleiro' de la zona, y cuando sus compañeros y él empezaron a recibir las visitas de este animal.

El delfín merodeaba su embarcación, hecho que ilusionaba a los pescadores, quienes también sentían cierto temor ante la presencia de un ejemplar de ese tamaño.

Día a día, con sus visitas, el delfín se convirtió en uno más de la cuadrilla. De ahí que le "bautizasen" como Manoliño, un nombre gallego de tono cariñoso.

Con el paso del tiempo, Roger y Manoliño cogieron confianza y el delfín se acercó a él. "Venía todo el rato a mí, como dejándose querer", ha explicado Roger en declaraciones publicadas en La Vanguardia. Como si se tratase de un cachorro, olisqueaba la mano del hombre y, aunque se marchase, siempre quería regresar. Les buscaba incluso cuando se cambiaban de zona para realizar su labor.

Para algunos compañeros el acercamiento todavía se antojaba peligroso, pero Roger ha podido acariciarle e incluso nadar con él, como podemos ver en las imágenes. Aunque sumergirse con estos animales no está recomendado, en declaraciones a La Voz de Galicia, Roger ha asegurado que era el delfín el que siempre se aproximaba a ellos, siendo él el que está en su hábitat.

La campaña de la navaja ha concluido y Roger no sabe si volverá a ver a su querido Manoliño. Ahora está deseando regresar a nadar a la zona, por si el cariñoso delfín aparece con ganas de volver a jugar.