Los cinco tesoros que descubrirás en Jordania

Jordania es uno de esos países que carecen de la fama que merecerían tener por su auténtica riqueza patrimonial y cultural. La pobreza y la falta de recursos han impedido que este rincón de Oriente Medio se haya convertido ya en el potente destino turístico que debería ser. Os mostramos cinco tesoros bien guardados de esta tierra de Asia.

El Monasterio de Petra | BEATRIZ TABARÉS (VIAJEROS DAKARI)

El Tesoro de Petra está siendo el embajador estrella de Jordania en el resto del mundo, su principal atractivo turístico en los últimos años. Sin embargo, no es la única maravilla que encontramos en este país asiático situado entre Israel, Irak y Arabia Saudita. Una ubicación cercana a conflictos bélicos que podemos decir, sin equivocarnos, que ha perjudicado al desarrollo turístico de Jordania.

A continuación, desgranamos algunos de los secretos mejor guardados de este país:

1. El Tesoro de Petra:

Un paseo por el desfiladero del Siq nos lleva hasta la más famosa construcción de la ciudad escondida de Petra, su Tesoro. Entre las majestuosas paredes del desfiladero aparece, de fondo, esta construcción sobre piedra que los expertos creen que fue realizada en el siglo I a.C. por el rey nabateo Aretas III. Su luz al atardecer es espectacular, y además es el momento del día en el que recibe menos visitantes.

También ofrece la opción de ser contemplada al anochecer en lo que denominan como Petra by night, un espectáculo de velas, música tradicional y luces de color que nos atrevemos a decir solo merece la pena para un primer encuentro con el Tesoro.

El Tesoro de Petra | BEATRIZ TABARÉS (VIAJEROS DAKARI)

2. El Monasterio de Petra

No todo acaba en el conocido Tesoro. La ciudad entera de Petra merece, al menos, un día completo de paseo. Sin embargo, si hay allí un tesoro secreto ese es su Monasterio, el Deir. Llegar hasta esta magnífica construcción conlleva un atrevido ascenso de unos 800 escalones no apto para todos los públicos. Un camino duro entre abismos y espectaculares paredes de piedra que requiere de un esfuerzo que vale la pena, tanto por las vistas durante la subida, como por lo que se encuentra esperando a la llegada:

El Monasterio de Petra | JUAN CASTELBLANQUE (VIAJEROS DAKARI)

Una construcción ejemplo del estilo clásico nabateo. Un lugar poco concurrido, puesto que no todo el mundo es capaz de hacer la subida, y que te hace sentir como un auténtico Indiana Jones.

Eso sí, los amantes de los animales deben prepararse para ser testigos de alguna escena insólita protagonizada por los pequeños burros que suben, escalón a escalón, a todo el que no quiere o no puede llegar a pie.

3. Gerasa

También conocida como Jerash. Se trata de una de las ciudades romanas mejor conservadas de Oriente Medio. Poco explotada en lo que a turismo se refiere y no demasiado bien cuidada, se encuentra localizada relativamente cerca del Mar Muerto y de la capital de Jordania, Amán.

Caminando entre sus ruinas romanas, podremos ver, entre otros, el Arco de Adriano, el hipódromo, los templos dedicados a Zeus y Ártemis o el Foro. Los teatros llamarán especialmente vuestra atención. Las últimas excavaciones muestran que Jerash ya estaba habitada durante la Edad de Bronce y la Edad del Hierro, miles de años antes de Cristo.

Gerasa, la ciudad romana de Jordania | BEATRIZ TABARÉS (VIAJEROS DAKARI)

4. Jordan Valley Hwy y Mar Muerto

Atravesar el país en vehículo propio, a día de hoy, es una opción segura. Sorprende muy gratamente el paisaje lunar que se atraviesa por la Jordan Valley Hwy (carretera 65) para llegar desde Petra hasta el Mar Muerto. La panorámica obliga a bajar del coche para tomar fotografías. Una visión de película.

Paisaje desde la Jordan Valley Hwy | BEATRIZ TABARÉS (VIAJEROS DAKARI)

La carretera de los Reyes es otra de las imperdibles. Llegar a ver el Mar Muerto con la zona rocosa a tu derecha también motiva una parada. Ambos caminos son dos de los secretos mejor guardados de Jordania.

El Mar Muerto sorprende en sí mismo, por la paz y la tranquilidad que desprende. A través de él, en la otra orilla, Israel. Recibe agua del río Jordan, pero al estar ubicado en una cuenca hidrográfica endorreica todos los minerales quedan allí para siempre. Quien se bañe en sus aguas, conseguirá un tratamiento perfecto para la piel debido a todas las sales minerales que contiene. Ayuda a combatir la artritis, el reuma o la fatiga pero, sobre todo, es una forma estupenda de poner fin al estrés.

5. La Ciudadela de Amán

Si bien es cierto que el caos de Amán puede sobrepasar a cualquiera, su Ciudadela tiene unas vistas y una historia que la hacen digna de una visita. Desde allí contemplamos edificios similares, todos unidos, sin apenas espacio entre sí, que conforman un paisaje único en su especie que representa perfectamente la vida que se halla en su interior. 

Hay evidencias de que esta colina fue habitada ya en el Neolítico, convirtiéndose en uno de los lugares habitados continuamente más antiguos del mundo.

Vistas de Amán desde la Ciudadela | BEATRIZ TABARÉS (VIAJEROS DAKARI)

Sus secretos son incontables, su riqueza es evidente. Jordania sorprende como un rincón de Oriente Medio repleto de tesoros que están esperando ser descubiertos.

Ascenso al Monasterio de Petra | VIAJEROS DAKARI

¿Qué secretos esconde la ciudad de Estambul? - (c) - Beatriz Tabarés

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