Liberad a Lolita, la orca encerrada durante 50 años

Lolita es una orca que lleva encerrada en una piscina de Miami desde hace medio siglo. Sí, 50 años sin saber lo que es nadar kilómetros, vivir en familia o cazar sus propias presas.

Ahora, el grupo People for Ethical Treatment of Animals (PETA) ha solicitado a la Fiscalía estatal de Miami-Dade (EE.UU.) presentar cargos de "crueldad animal" contra el Seaquarium de Miami por tener en cautiverio de la orca Lolita durante casi medio siglo. Quieren luchar por su liberación.

Lolita vive en esta piscina desde hace 50 años | PETA

Un pequeño tanque sin vida real y sin protección contra el sol abrasador. Así vive Lolita en Seaquarium de Miami desde hace medio siglo. En una carta enviada a la fiscal estatal de Miami-Dade, Katherine Fernández Rundle, PETA le solicitó investigar la situación del cetáceo que lleva 49 años en el Seaquarium de Miami, perteneciente a la española Parques Reunidos.

Lolita padece ataques de delfines y es "forzada a realizar trucos para obtener recompensas de peces muertos".

Una vida en cautiverio

Lolita fue separada de su familia en 1970, en la zona costera de Puget Sound, en el estado de Washington (noroeste de EE.UU.). Tan solo tenía 4 años. Necesita bucear, nadar largas distancias, tener compañía de ejemplares de su especie y poder refugiarse de los rayos del sol.

PETA ha detallado, además, que el animal presenta "un comportamiento repetitivo y anormal que, según los expertos en mamíferos marinos, indica un trauma psicológico severo". Fue en 1980 cuando Lolita convivió con otra orca por última vez.

Ese año su compañero Hugo murió después de golpear su cabeza contra el tanque en el que vivía.

Lolita en el Seaquarium de Miami | PETA

Crueldad animal

Desde PETA han argumentado que "la imposición de estrés extremo, agitación, lesiones y sufrimiento por parte del Miami Seaquarium, incluida su incapacidad para brindarle alivio del sol de verano, viola la ley de crueldad hacia los animales del estado".

A pesar de que en 2005 las orcas fueron declaradas especies en peligro de extinción, esta designación no se extendió a Lolita hasta 2015, después de que la Fundación PETA y otras asociaciones exigieran su inclusión en el listado.

Ahora los activistas quieren alcanzar su meta última: que Lolita se reúna con sus familiares, que aún habitan en aguas de las islas San Juan, en el estado de Washington. Y seguro la estarán esperando. 

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