Las tortugas confunden el olor a plástico con comida

Las tortugas marinas se sienten atraídas por el olor del plástico que permanece en los océanos durante un tiempo. Un nuevo experimento ha demostrado que olfatean más el plástico con algas que su propio alimento.

Tortuga boba en mar abierto

Por todos es sabido que el plástico acaba con cientos de vidas de nuestra fauna submarina cada mes. Las tortugas son parte de este grupo. Investigadores de varias universidades de EE.UU. y del Caretta Research Project -un proyecto de protección de la tortuga boba- han expuesto a cuatro aromas distintos a una quincena de tortugas de esta especie.

En el tanque de agua dispersaron estos cuatro olores: el de 20 gramos de una albóndiga compuesta de peces y marisco, el de un litro de agua desmineralizada, el de una botella de agua vacía limpia hecha trocitos, y el de otra troceada pero que había permanecido en el mar durante cinco semanas.

Este estudio, publicado en Current Biology, ha tenido conclusiones reveladoras. Las tortugas apenas se sintieron atraídas por el agua desionizada y el plástico limpio, pero multiplicaron hasta por cinco el tiempo de olfateo tanto del aroma de la bola de pescado y mariscos como del procedente del plástico que llevaba semanas en el agua, con material orgánico adherido.

Asimismo, el número de olfateos en cada emersión se triplicó. Estas son señales de búsqueda de comida para estas tortugas marinas que, además, tuvieron incluso mayor actividad ante el olor del plástico con microbiota.

"Las tortugas bobas responden al olor de los plásticos con incrustaciones biológicas de la misma forma que lo hacen al aroma de la comida, lo que sugiere que pueden verse atraídas por los restos de plástico no solo por su apariencia sino por cómo huelen", ha explicado en una nota el investigador de la Universidad de Florida (EE UU) Joseph Pfaller.

Esto podría ayudarnos a comprender porque estos animales sufren especialmente con la presencia del plástico en los océanos. "Esta trampa olfativa podría ayudar a explicar por qué las tortugas marinas se tragan y quedan enredadas en los plásticos con tanta frecuencia", ha añadido Pfaller.

Por ahora, no pueden saber con precisión el elemento específico presente en ese plástico que atrajo a las tortugas. Los expertos apoyan la posibilidad de que volátiles emanados de la síntesis orgánica protagonizada por microalgas, hidrozoos u otros organismos llamen la atención de estos reptiles marinos.

Ahora cabe realizar este experimento con otras especies de tortugas marinas de las seis que existen. Todas ellas con distintas dietas y que también caen con facilidad en la trampa del plástico.

Una investigación de 2015 calculó que el 52% de las tortugas marinas ingería plástico, pero se desconoce si es por accidente o porque consideran que es comida. Mediante este último estudio sabemos que el olfato es parte fundamental de su atracción fatal por este peligroso elemento.

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