Contemplar cómo enfrentan sus primeras olas. Observar cómo un instinto innato las mantiene a flote. La llegada de las tortugas recién nacidas al mar siempre es emocionante, pero ver cómo se sumergen por primera vez en el agua supera cualquier expectativa. La vida, una frágil y diminuta, se abre paso, sin miedo, en la inmensidad del mar.
Las imágenes dan fe de ello. La ONG Xaloc ha capturado el momento en el que un neonato de tortuga boba (Caretta caretta) nada bajo el mar por primera vez en las costas de Cullera. El instante que representa el final de semanas de lucha, incertidumbre e ilusión.
Proteger el nido
Día y noche. Custodiar el nido que vio nacer a esta pequeña no fue asunto sencillo, pero sí reconfortante y absolutamente satisfactorio. Los voluntarios y especialistas de Xaloc se dejaron la piel y cedieron horas de sueño para lograr alcanzar el suyo propio: salvaguardar el nacimiento de 26 tortugas.
Una tortuga boba decidió acercarse a las playas valencianas para crear allí el nido que daría cobijo a sus decenas de pequeñas descendientes. En total puso 68 huevos, más de la mitad de ellos, según averiguaron más adelante, estaban sin fecundar.
Imagen de la primera inmersión de una tortuga boba | XALOC
Una llamada que lo cambió todo
Todo empezó la madrugada del 29 de julio. Suena el teléfono. "Hay una tortuga poniendo huevos". Y la vida de decenas de personas dio un giro hacia un único objetivo: proteger el nido. Así arrancaba la historia de esta pequeña tortuga que, semanas, después, llegaba al mar.
Xaloc, que custodia estos nidos desde 2014, se puso manos a la obra junto a otras organizaciones. La supervivencia de estos animales marinos "no es nada alentadora", como explican desde esta ONG, y es por eso que sus madres hacen puestas de decenas de huevos. Pocos sobrevivirán al paso del tiempo. Y ellas lo saben.
Este neonato de tortuga boba puede que jamás llegue a su madurez sexual pero, de hacerlo, "las hembras de estos nidos retornarían al litoral mediterráneo a poner sus huevos". ¿Estamos, entonces, ante la posibilidad de que el futuro de esta especie esté en estos bebés que han "navegado" por vez primera en las costas españolas? ¿Volverán?
Un viaje incierto pero esperanzador
"Ha sido un gran año en lo que a anidación de tortuga boba se trata, pues prácticamente todas las comunidades autónomas del mediterráneo español han citado una o varias puestas de tortuga marina durante la época estival", explica Xaloc en nota de prensa. Una excelente noticia que llena de esperanza a los conservacionistas y amantes de la fauna marina.
Eso sí, queda mucho trabajo por delante, reconocen, para asegurar la reproducción y permanencia de estas tortugas en nuestras aguas, pero ya se están dando los primeros pasos. Este neonato es prueba de ello. Así fue su primera inmersión.
Ahora toca la parte más dura y gratificante de la aventura: despedirse de estas tortugas. Tras ellas, la esperanza de que, con el tiempo, regresen al lugar que las vio nacer para continuar con su legado. Sabiendo que, al otro lado, profesionales como los que forman Xaloc les esperan, preparados para volver a protegerlas. Preparados para custodiar la vida que se abrirá paso en el mar.
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