Ahora que el fuerte episodio de calima y vientos está remitiendo en Canarias, conocemos desde dentro cómo han sido estos días de alerta a golpe incontrolable de aire y arena. Ha sido la peor calima en las islas desde hace tres o cuatro décadas. ¿Cómo ha afectado realmente a sus habitantes?
La arena cubrió Fuerteventura | ESTEFANÍA GARBAGNA
La calima es un fenómeno meteorológico que consiste en la presencia en la atmósfera de partículas muy pequeñas de polvo, cenizas o arena en suspensión. Y bajo ese manto, que ha alcanzado cotas históricas, han permanecido los habitantes de Canarias durante los últimos días.
Por suerte, la situación de alerta ha concluido y los aeropuertos han podido retomar la normalidad después de permanecer inactivos debido a la imposibilidad de volar.
Sin embargo, un episodio de calima similar no se producía desde hace más de 30 o 40 años, según el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Jesús Agüera. Por lo que plantean estudiarlo de cerca.
"El sábado y el domingo tuvimos rachas por encima de los 70 kilómetros a la hora (km/h) en las zonas occidentales", ha explicado Agüera. Ahora, gracias a la llegada de nuevos vientos alisios, por fin, la masa del archipiélago ya se está borrando.
"Nunca habíamos visto algo así. Los afectados por asma y los animales también se han visto muy perjudicados", ha explicado a Dakari Diario la auxiliar veterinaria Estefanía Garbagna, residente de Fuerteventura. "Nos recomendaban no salir de casa. Todo estaba paralizado", ha comentado.
Las islas han tenido vientos de entre 40 y 70 kilómetros por hora, acompañados de rachas que han superado los 100 y 200 kilómetros por hora.
"No veíamos nada, ha sido una situación muy agobiante para todos", ha expresado Garbagna, quien también ha mostrado preocupación por la salud de su bulldog francés, que apenas podía respirar durante estas jornadas.
A diferencia de en otras ocasiones, en este caso ha habido una borrasca en altura y un anticiclón de superficie, lo que ha generado este flujo de vientos. Es muy posible que los expertos estudien este episodio que es poco común, ya que "no se esperaba tanta reducción de visibilidad", ha detallado Agüera.
A la vista está, gracias a las imágenes que nos ha cedido Garbagna, que la calima puso "patas arriba" Fuerteventura.
Luchando contra incendios
La situación climatológica ha complicado, además, las labores de extinción del incendio declarado en Gran Canaria.
El fuego en la zona de Tasarte, en el noroeste de Gran Canaria, ha alcanzado una parte de la Reserva Natural Integral de Inagua y ha afectado a unas mil hectáreas.
En Tenerife, los incendios que se produjeron en Santa Úrsula afectaron a 16 áreas del municipio. Las altas temperaturas y los fuertes vientos han dificultado las tareas de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, aunque actualmente están controlados.
Parece que Canarias poco a poco está volviendo a la normalidad después de unas jornadas intensas que seguro no olvidarán. ¿Registrarán episodios como estos más a menudo a partir de ahora?
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