La Antártida se derrite. El deshielo que está padeciendo está sorprendiendo a los propios expertos, y las pruebas son evidentes. La NASA ha publicado esta imagen comparativa en la que se ven los efectos del calentamiento global en la ola de calor de este febrero.
Antes y después de la ola de calor en la Antártida | NASA
La temperatura media anual de la zona central de la Antártida es de -57 grados centígrados, exceptuando en las áreas de costa donde el termómetro se aproxima a los -10 grados. Estas mediciones poco o nada tienen que ver con los datos actuales.
El 6 de febrero, la estación meteorológica de la base Esperanza en la Península Antártica, registró la temperatura más caliente que se haya visto en la zona: 18,3 grados centígrados. Esta cifra superaba el récord de 17,5 grados del 24 de marzo de 2015.
Esta ola de calor de febrero se mantuvo durante una semana. Ahora, unas imágenes tomadas por el Operational Land Imager, del satélite Landsat 8, muestran el gran impacto que ha provocado en el hielo de Eagle Island, una isla cercana a la Antártida.
En esos días, se ha derretido el 20 por ciento del hielo de esta isla. "No he visto que los estanques de fusión se desarrollen tan rápidamente en la Antártida", ha explicado Mauri Pelto, glaciólogo de la Universidad Nichols College (Estados Unidos), en unas declaraciones recogidas por Science Alert. "Vemos este tipo de eventos de fusión en Alaska y Groenlandia, pero no por lo general en la Antártida".
Aunque este evento de fusión con altas temperaturas por encima de la de congelación no es típico de los patrones climáticos antárticos, pero cada vez es más habitual.
Lo más significativo es que estos eventos se producen con demasiada frecuencia. Esta ola de calor representa el tercer gran evento de fusión del verano del hemisferio sur, tras los meses de noviembre y enero sufriendo también un clima excepcionalmente cálido. A partir de ahora, estas temperaturas podrían ser más comunes.
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