Joey y Phoebe, nuestros Pomeranian V.I.P.

Nuestros primeros VIP (Very Important Perro, en este caso), son Joey y Phoebe, dos Pomerania que hacen las delicias de quien escribe estas líneas. Son mis perros, mis fieles amigos, mi familia de cuatro patas. Hoy quiero que les conozcáis un poquito mejor.

Joey con solo dos meses de edad

Son dos animales entrañables, para mí los más especiales. Joey tiene siete años y lleva conmigo desde los tres meses de edad. Una servidora va camino de cumplir lo 31 años, así que os podéis imaginar todo lo que hemos vivido juntos. Me ha acompañado en mis años de adolescencia, en mis noches de estudio, en mi independencia (con el consiguiente cambio de toda su rutina), en mi noviazgo con quien hoy es mi marido, en el proceso de mi boda... Y es que al final nuestras mascotas se convierten en testigos y acompañantes de los momentos más importantes de nuestras vidas, ¿verdad? Y entonces llega un punto en el que no te imaginas sin ellos.

Siempre he estado a favor de la adopción, pero en mi casa he de reconocer que hemos tenido predilección por esta raza canina, la del Pomerania, caracterizada por su simpatía y vitalidad pero, sobre todo, por ser tremendamente cariñosa y, además, de pequeño tamaño. El perro ideal para introducir, sin previo aviso, en casa de mis padres cuando ellos se negaban a tener otro can. Pronto llegó Joey y se convirtió en nuestro número 1.

Joey en su primer día en casa

Años más tarde, cuando Joey todavía estaba adaptándose a su nuevo hogar tras independizarme, los Reyes Magos aparecieron con un regalo tan bonito como inesperado, el mejor que me han hecho nunca: mi Phoebe. Ella proviene de una familia de Pomeranias cuya dueña padece fibromialgia, por lo que consideramos buena idea ayudarla en su enfermedad llevándonos a casa a nuestra princesa. La "hermana-novia" perfecta para Joey y para poder mantener en el interior de un piso.

Phoebe cuando tenía solo tres meses

Phoebe y Joey, a pesar de ser parecidos, tienen personalidades muy diferentes, pero lo que ambos tienen en común es que se derriten con sus seres queridos. Son todo cariño y amor cuando están en su hogar con los suyos, y adoran cuando se reúne la familia al completo, sobre todo Joey, que echa de menos a mis padres por todo lo que vivió con ellos en nuestra anterior etapa. Phoebe, como buena hembra que es, no deja que se nos acerque ningún desconocido sin hacerle un exhaustivo examen previo, acompañado de algún que otro ladrido cargado de mal humor. Sin embargo, una vez atraviesas "su barrera", es la perra más tierna.

Joey, en cambio, adora a todos los perros que pasan por la calle, y siempre quiere hacerse su amigo. Eso sí, si eres persona desconocida, le costará horrores dejarse tocar porque te tendrá un poco de miedo al principio. ¡Su pequeño tamaño es lo que tiene, lo ve todo demasiado grande! Pesa tan solo 2,5 kilogramos. Verles juntos pasear por la ciudad es toda una atracción, y rara es la vez que no nos paran para preguntarnos por ellos. Y nosotros encantados.

Espero que os haya gustado nuestra pequeña historia y que os animéis a hacer un pequeño homenaje a vuestras queridas mascotas enviándonos a redaccion@dakaridiarioanimal.com vuestras historias y fotografías para que se conviertan también en nuestros VIP.

¿Os gustaría que Joey, Phoebe y quien os escribe hiciéramos un vídeo en el canal de YouTube hablando sobre sus cuidados y características?

¡Leemos vuestros comentarios!

Joey y Phoebe, juntos hace un par de años

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