El Gobierno irlandés ha ordenado el sacrificio de los visones criados en granjas de Irlanda tras la mutación del coronavirus detectada en instalaciones de Dinamarca. En este país las autoridades ya han iniciado el exterminio de 17 millones de visones ante la posibilidad de la propagación de una variable de COVID-19 resistente a las vacunas.
El Ministerio de Agricultura irlandés ha informado a los propietarios de las granjas de visones de Irlanda de estos sacrificios. Según el responsable médico de la respuesta al virus, Tony Holohan, debe procederse "de forma urgente", ya que existe "un creciente riesgo para la salud pública", ha informado la cadena pública RTE citada por Efe.
Visón americano | ARCHIVO
Por su parte, los empresarios de las granjas afectadas han lamentado que el Gobierno haya querido dar un paso tan radical "sin proporcionar ninguna base científica o legal". Las autoridades todavía no cuentan con un plan inmediato de exterminio.
En el caso de Dinamarca, la orden de sacrificar a los visones ha provocado un terremoto político y la dimisión del ministro de Alimentación, Agricultura y Pesca, Mogens Jensen, después de que se constatase que el Gobierno no tenía potestad legal para dar esta orden.
Además del sacrificio de los visones, el Ejecutivo de Mette Frederiksen también exigió el confinamiento perimetral de la región de Jutlandia a raíz de la detección de la mutación. Sus restricciones ya han comenzado a levantarse.
Hasta el momento, las autoridades sanitarias danesas han identificado 12 casos de coronavirus vinculados a la mutación. Sin embargo, no se han confirmado más desde el 15 de septiembre, según la agencia de noticias DPA.
La Asociación de Peleteros de España y Fur Europe han criticado que la decisión de Dinamarca, Holanda e Irlanda de sacrificar millones de visones es meramente "política". Creen que es una medida "drástica" y añaden que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha manifestado que considera la medida adoptada en Dinamarca de "innecesaria".
En España, la organización WWF ha reclamado el cierre de las granjas de visones por considerar que puede propagar el virus y mermar la eficacia de las futuras vacunas si se generan mutaciones en el SARS-COV2.
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