Fue un día que difícilmente podrán olvidar. Hablamos de las 30 personas que, a principios de junio, disfrutaban de una expedición de buceo en jaulas de tiburones frente a la costa de Port Lincoln, al sur de Australia. Todos ellos se vieron sorprendidos cuando observaron a un gran tiburón blanco lanzándose con sus fauces abiertas a por un ave.
Las imágenes fueron captadas por el buzo Ben Kessler, quien acompañaba a la expedición. Según declaró el propio Kessler al Daily Mail, "todo el mundo estaba realmente conmocionado y emocionado, pensando ‘uau’, qué acabamos de presenciar".
"Si creías que habías tenido un mal día, piénsalo de nuevo", afirmaba Kessler en su perfil de Instagram.
Todo sucedió muy rápido. En un abrir y cerrar de ojos, el tiburón atrapó al ave, que fue devorada debajo del agua, después de varios intentos previos en los que el depredador "estudiaba" a su presa. La desafortunada ave era un petrel, que se había acercado a la embarcación para intentar darse un festín con una cola de atún arrojada al agua por la compañía de viajes Calypso Star Charters para atraer tiburones. La suerte no sonrió a este ejemplar.
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