Este 19 de marzo celebramos el Día del Padre. Una jornada para agradecer a nuestros progenitores todo lo que han hecho por nosotros y un buen momento para profundizar en cómo es la figura paterna en el mundo animal.
Tendemos a creer que las hembras son las que cargan con todo el peso de la responsabilidad de cuidar a sus camadas o crías, pero eso no siempre es así. En varias especies de animales el papel del padre es primordial para el nacimiento, crecimiento o supervivencia de los pequeños.
¿Quieres conocer a algunos de los padrazos del mundo animal? Hemos seleccionado a varios de ellos para darles el protagonismo que merecen.
El pingüino emperador:
Los machos de esta especie se comportan como unos de los mejores padres del reino animal. El pingüino emperador es capaz de mantener un huevo en la temperatura correcta durante todo el invierno en la Antártida, a pesar de los temporales, e incluso renunciando a alimentarse solo para salvaguardar a su futuro bebé.
Son los machos los que se ocupan de proteger sus huevos, entre sus propias patas, mientras la hembra busca comida. La temperatura es tan baja que, si el huevo permaneciese en la nieve, el polluelo podría morir.
El caballito de mar:
Hemos hablado del caballito de mar anteriormente en Dakari Diario por lo singular de su reproducción. Macho y hembra unen sus cloacas y ella introduce más de 1.500 huevos sin fecundar en el interior del macho.
Él será el que se encargue de fecundarlos de forma interna para dar a luz después de unos 45 días de gestación. Es uno de los pocos casos de embarazos en machos que se conocen.
Por desgracia, es escaso el número de ejemplares que logra sobrevivir y llegar a la edad adulta. Esta es la razón por la que la hembra introduce tantos huevos durante el proceso de reproducción. Así es el "parto" de un macho de caballito de mar:
El zorro:
Muchas especies de zorros son monógamas, es decir, sólo se aparean con un único individuo durante los períodos de reproducción, y puede ser incluso hasta que uno de los dos fallece.
La pareja mantiene una relación de cooperación y apoyo. Ambos delimitan su territorio con orina, heces o secreciones y buscan una guarida segura para que la hembra pueda parir y amamantar a sus cachorros.
El macho es el responsable de encontrar el alimento para su familia mientras la hembra permanece cuidando de las crías en su refugio.
La ranita de Darwin:
Este anfibio (Rhinoderma darwinii) fue descubierto por Charles Darwin en un viaje que realizó por todo el mundo, concretamente en 1834.
Una de sus características más peculiares es su sistema de reproducción. El macho "abraza" a la hembra, que expulsa sus huevos para que él los fecunde liberando espermatozoides.
Una vez los huevos crecen en el exterior gracias a la protección de su padre, el macho decide que es momento de comérselos para cuidar de ellos en su interior hasta que evolucionan. Es entonces cuando las larvas empiezan a desarrollarse en un saco bucal donde vivirán durante seis u ocho semanas alimentándose de una sustancia segregada por él.
Cuando ocurre la metamorfosis, el progenitor los expulsa o "vomita" para que emprendan su vida en solitario. Curioso, ¿verdad?
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