Escándalo en la ganadería francesa: vacas con agujeros en el lomo

Ver para creer. Una denuncia de la asociación animalista francesa L214 vuelve a dejar en evidencia las prácticas ganaderas que se están llevando a cabo en el país galo. En esta ocasión, seis vacas con agujeros en sus lomos han protagonizado la nueva historial viral del sector ganadero.

El vídeo publicado en redes sociales por L214 ya se ha hecho viral y nos muestra el interior de una granja en la que seis vacas están hacinadas como parte de un proyecto de investigación y desarrollo sobre métodos de alimentación en este tipo de animales.

Lo más bochornoso y lamentable de este proyecto es que los expertos han practicado en las vacas una ruminotomía permanente, lo que significa que han perforado un agujero en el lomo del animal instalando un "hueco" permanente para acceder a uno de sus estómagos. Las imágenes pueden herir tu sensibilidad.

Como se puede ver en el vídeo, el agujero asegurado con un sello de goma es suficientemente grande para facilitar la entrada de la mano y el brazo del técnico cuando este lo precise. Según L214, la grabación corresponde a la granja experimental de la empresa de alimentación animal Sanders, ubicada en Saint-Symphorien (Francia).

En el vídeo podemos observar cómo los técnicos tratan a los animales como meros objetos, utilizando la fuerza para mantener abierta la válvula de acceso al estómago.

Captura del vídeo publicado por L214 | L214

¿Existen más granjas donde utilicen cánulas?

El grupo L214 ha asegurado que esta no es la única granja francesa que desarrolla este tipo de técnicas. Afirma que existen otros laboratorios de investigación que optan por el uso de cánulas en países como Canadá, Suiza o Estados Unidos.

En este caso particular, el proyecto de investigación se está realizando en un centro de investigación privado cuyo propietario, Sanders, es el dueño de 26.000 granjas de alimentos para animales. De acuerdo con el diario francés Le Monde, la empresa matriz, Avril, explicó que estos experimentos están sujetos a la aprobación de un comité ético y que tienen como meta "reemplazar estas pruebas por métodos alternativos en el año 2025”.