La Ley de Bienestar Animal está levantando ampollas en el ámbito político, especialmente desde que el PSOE cayese estrepitosamente en las últimas elecciones andaluzas, un feudo habitualmente socialista que quedó en manos del PP en los últimos comicios. Situación motivada entonces, en parte, por el malestar que ha provocado esta ley entre los cazadores y la consiguiente pérdida de votos procedentes del campo.
Con las próximas elecciones autonómicas y municipales a la vuelta de la esquina, los de Ferraz no se la juegan y quieren mantener contentos a los sectores del mundo rural, que ya amenazaron con volver a movilizarse. Por ello, el PSOE ha decidido plantarse dejando fuera de la Ley de Bienestar Animal a los perros de caza y a otros animales que desempeñan labores específicas.
Esta decisión dará oxígeno a nivel electoral al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y a otros alcaldes y presidentes que se juegan su reelección el próximo mes de mayo, pero que no ha gustado nada a quienes Pedro Sánchez debe su asiento en la presidencia: Unidas Podemos.
Ahora, el principal partido del Gobierno de España ha decidido elaborar una legislación específica para los perros de caza, las rehalas, las aves de cetrería y los animales auxiliares de caza cumpliendo la estrategia nacional de gestión cinegética, en línea, dicen, de las demandas del sector. “La Ley de Bienestar Animal sería en todo caso para los animales domésticos que viven en el domicilio familiar. El resto tendrían una normativa en la línea de lo que es la regularización europea”, ha detallado Patxi López, portavoz socialista en el Congreso.
El PSOE de Sánchez deja a sus socios de Gobierno y a los animalistas con la boca abierta en un intento de reconciliarse con el sector de la caza, con la mirada puesta en el próximo año. La Federación Española de Caza (RFEC), la tercera con más licencias en España, ha manifestado su alegría por esta decisión: “Celebramos que el PSOE rectifique su postura”, han asegurado. Sin embargo, es momento de hacer frente a un nuevo conflicto con la Dirección General de Derechos de los Animales, responsable de la elaboración de la ley, dependiente del Ministerio de Derechos Sociales.
Ione Belarra, secretaria general de Podemos, es quien dirige este Ministerio y quien se ha responsabilizado de esta nueva normativa que todavía no está en vigor. Desde su partido han dicho alto y claro lo que le supone esta alteración de la futura norma. “El maltrato es maltrato independientemente de a qué se dedique el animal. ¿O es que el PSOE está a favor de colgar a un perro de un árbol, descerrajarle un escopetazo y arrastrarlo por el suelo desangrándose o enterrar cachorros en cal viva porque sean perros de caza?”, ha expresado también en redes sociales Pablo Echenique, portavoz parlamentario de Unidas Podemos.
Por su parte, los socialistas han querido dejar claro que están “en contra del maltrato animal” y que “evidentemente no se va a legislar en el sentido contrario”. Unidas Podemos ha criticado duramente que el PSOE no le había avisado de la enmienda y sostiene que el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha retenido la ley “en un cajón porque al PSOE le daba miedo aprobarla antes de las elecciones en Castilla y León y Andalucia”.
Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ya expresó su disposición a recurrir “para que se separase la caza” de la Ley de Bienestar Animal “por sentido común”. Recordamos que esta comunidad autónoma cuenta con un fuerte sector de la caza, votantes en su mayoría del partido que abandera García-Page, y que esta legislación ya dejaba fuera al ámbito de los toros por la complicación que supondría para su aprobación introducir a este sector.
Unidas Podemos y los grupos animalistas piden que se trate a todos los animales por igual, sin diferenciar su función o procedencia. Aseguran que, ahora, la protección que recibirán los perros de caza con esta nueva normativa que propondrá el PSOE posiblemente sea mucho más simplista y continúe pasando por alto los detalles que hacen que maltratar a estos animales sea una práctica habitual que apenas recibe castigo alguno en la actualidad. Habrá que seguir esperando, con este nuevo retraso, a que esta polémica norma se convierta, por fin, en una realidad.
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