El Hotel del Oso Polar: una prisión con vistas a gusto del turista
El Polar Bear Hotel, ubicado en el Parque de atracciones Harbin Polarland, en China, ha despertado duras críticas
Nueva oda a la cautividad animal en China. Si obligar a un cerdo vivo a hacer puenting o celebrar un festival para comer perros nos parecía grotesco, el país asiático no deja de sorprendernos con sus ideas macabras. Ahora han inaugurado el Polar Bear Hotel, un alojamiento de lo que califican como lujo donde los huéspedes pueden ver desde sus habitaciones a dos osos polares en una especie de "patio" .
El parque de atracciones Harbin Polarland, situado en la provincia china de Heilongjiang, ha recibido cientos de llamadas de clientes para reservar, pero también ha provocado un sinfín de críticas por este alojamiento que, como puedes imaginar, no ha dejado a nadie indiferente.
El Polar Bear Hotel está construido alrededor de un pequeño recinto en el que viven dos osos polares en cautividad que cualquier cliente puede ver las 24 horas al día desde la planta baja del hotel o desde cualquiera de las 21 habitaciones.
Los encargados de tal obra han sido la diseñadora rusa Kozylenko Natalia Yefremovna y el diseñador de parques temáticos japonés Shuji Miyajima. Lo promocionan como el primer "hotel de osos polares" del mundo.
Las organizaciones animalistas no han tardado en alzar la voz ante tal espectáculo dantesco. "Los osos polares deben estar en el Ártico, no en los zoológicos ni en las cajas de cristal de los acuarios, y desde luego no en los hoteles", ha denunciado Jason Baker, vicepresidente de PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales).
Estos mamíferos necesitan caminar miles de kilómetros en su hábitat natural, algo totalmente inviable en un espacio tan reducido como este "expositor" disponible 24 horas.
La mayoría de críticas destacan tanto el estado de cautividad de los osos polares, como la explotación de los animales para lucrarse de su miseria.
Un portavoz del Polar Bear Hotel se ha pronunciado al respecto y ha asegurado que el recinto que los clientes ven es solo una pequeña parte del gran espacio en el que se pueden mover. Ha asegurado que se les deja salir al exterior, siempre que la temperatura y la calidad del aire lo permitan. Una temperatura que en China dista mucho de la que encontramos en el Ártico.
¿Cómo pueden salir al exterior si venden al público que los osos están disponibles en ese recinto día y noche? Estas declaraciones, como podían imaginar, no ha calmado las aguas pero tampoco ha detenido a los clientes que, con su reserva, apoyan la cautividad de estos animales que, además, están en peligro de extinción.
Las reservas del hotel están completas por clientes a los que no les importa pagar de 290 a 352 dólares (de 240 a 295 euros) por una habitación con vistas a dos animales salvajes encerrados.
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