Las jirafas han sido integradas, por primera vez en la historia, en un mecanismo de protección mediante la restricción de su comercio internacional. Una decisión tomada en Ginebra en la décimo octava Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES). ¿El motivo? La disminución de su población, que oscila entre el 36 y el 40% en los últimos treinta años.
En la conferencia participan 183 Estados cuyo objetivo es regular el comercio internacional de especies de flora y fauna amenazadas.
Una mayoría de 106 países votaron a favor de la restricción del comercio de ejemplares vivos y sus partes, 21 votaron en contra y otros siete se abstuvieron.
Esta medida de protección era reclamada por países de Africa central y occidental, alarmados por el declive de la población de estos animales. Sin embargo, también ha recibido críticas por un grupo de países del sur de dicho continente que defendieron los buenos resultados, a su juicio, de sus programas de conservación.
A partir de ahora, todo comercio internacional de jirafas estará sujeto a un permiso especial de exportación o reexportación. Este documento solo podrá ser expedido por autoridades pertinentes si consideran que la operación comercial no amenaza la supervivencia de la especie en su hábitat natural.
Animales en peligro de extinción
Las jirafas, de las que se calcula que solo quedarían unos 50.000 ejemplares, solo viven en libertad en África. Datos ofrecidos por el científico jefe de la Secretaría que gestiona la convenció, Thomas de Meulenaer, a la agencia Efe.
Los países africanos que han liderado la campaña para proteger a las jirafas están en alerta por el escaso número de ejemplares que quedan en sus territorios. Afirman que restringir su comercio internacional ayudará a que la especie se recupere, además de atraer la atención internacional hacia este problema.
Uno de los principales obstáculos para esta especie es el gran crecimiento demográfico de África. Los seres humanos cada vez ocupan más territorios que constituyen el hábitat de estos mamíferos. Asimismo, cabe recordar que la jirafa es objeto de deseo para cazadores por su carne, su piel y su cola, además de como trofeos.
Un grupo de países del sur de Africa formado por Botsuana, Mozambique, Namibia, Sudáfrica, Tanzania, Zambia y Zimbabue, rechazó esta restricción de comercio, alegando que sus poblaciones de jirafas han crecido en los últimos años.
A pesar de todo ello, la conferencia no ha querido hacer excepciones a la hora de tomar esta medida.
La CITES reúne durante estos días a un total de 3000 expertos procedentes de todo el mundo.
Esta web se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier contenido generado en los espacios de participación en caso de que los mensajes incluyan insultos, mensajes racistas, sexistas... Tampoco se permitirán los ataques personales ni los comentarios que insistan en boicotear la labor informativa de la web, ni todos aquellos mensajes no relacionados con la noticia que se esté comentando. De no respetarse estas mínimas normas de participación este medio se verá obligado a prescindir de este foro, lamentándolo sinceramente por todos cuantos intervienen y hacen en todo momento un uso absolutamente cívico y respetuoso de la libertad de expresión.
No hay opiniones. Sé el primero en escribir.