El Gobierno boliviano ha declarado al quirquincho andino o armadillo, un animal en peligro de extinción, como Patrimonio Natural del Estado Plurinacional y priorizará a partir de ahora su protección y conservación.
"Nuestro quirquincho andino ya es Patrimonio Natural de Bolivia. Promulgamos la Ley 1424 que así lo declara para que, junto a los gobiernos autónomos, garanticemos su protección y defensa, ya que está en peligro de extinción", ha expresado en sus perfiles de las redes sociales el presidente del país, Luis Arce.
Nuestro quirquincho andino ya es Patrimonio Natural de #Bolivia. Promulgamos una Ley 1424 que así lo declara, para que, junto a los gobiernos autónomos, garanticemos su protección y defensa, ya que está en peligro de extinción. Protejamos unidos nuestra maravillosa biodiversidad. pic.twitter.com/TSoR2qJOYe
— Luis Alberto Arce Catacora (Lucho Arce) (@LuchoXBolivia) April 16, 2022
El Gobierno declaró al quirquincho andino o Chaetophractus Nationi como Patrimonio Natural a través de una ley que fue promulgada el pasado 13 de abril. La norma, que consta de dos artículos, indica que el Órgano Ejecutivo en coordinación con las entidades territoriales autónomas priorizarán la "protección, conservación y defensa de esta especie y el hábitat" a través de políticas públicas, programas y proyectos a corto y medio plazo.
El quirquincho actualmente habita en las punas de Bolivia, Perú y del norte de Argentina y Chile; en pastizales de altura donde cava su madriguera en suelos arenosos. Hablamos de animales omnívoros muy peculiares.
Esta especie de quirquincho tiene un dorso de color acanelado y su pelaje varía su coloración, pudiendo ser entre un tono canela a un blanco brillante. Su anatomía está adaptada a la excavación, según ha informado la Organización No Gubernamental Conservación Internacional.
¿Cómo es esta especie? Una de sus principales características es esa especie de armadura que tiene en el dorso. Además, puede llegar a medir hasta 40 centímetros de longitud y su cola peude alcanzar hasta los 12 centímetros.
Se estima que alrededor de 2.000 quirquinchos son víctimas de la caza cada año, por lo que ha entrado en la categoría de peligro de extinción en el Libro Rojo de la Fauna Silvestre de Vertebrados de Bolivia. Conocido también como quirquincho peludo tiene precisamente en la caza una de sus principales amenazas, puesto que su caparazón se utiliza para fabricar matracas usadas en danzas típicas o para crear instrumentos musicales como los charangos, así como amuletos. Todo ello a pesar de que, en el presente, está prohibido cazar a esta especie con cualquiera de estos fines. Otra de sus amenazas es la reducción de su hábitat por actividades agropecuarias.
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