Cinco rincones con encanto para perderse en Occitania

Las antiguas regiones de Midi-Pyrénées y Languedoc-Rosellón hoy son lo que conocemos como Occitania. Una de las grandes zonas de Francia que se ubica al sur del país y alberga pueblos encantadores, como Rocamadour o Cordes-sur-Ciel, pero también ciudades memorables como Carcasona o Albi.

Hemos tenido la suerte de poder hacer el recorrido recientemente por algunos de los rincones más bonitos del sur de Francia y a continuación vamos a mostraros cuáles son nuestras paradas recomendadas.

Albí, la ciudad episcopal | BEATRIZ TABARÉS

Carcasona

Carcasona es la gran ciudadela medieval francesa. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es una de las cinco ciudades más visitadas de Francia. Y eso se nota en el ambiente, más turístico y menos auténtico que en el resto de rincones que hemos visitado en nuestro roadtrip.

Una imponente fortaleza da la bienvenida, ocultando tras de sí esta ciudadela, un lugar con más de 2.500 años de historia. Es la parada más turística de nuestro viaje, sí, pero también una que nadie debería perderse durante un recorrido por el sur de Francia.

Caminar por sus calles, visitar sus pequeñas tiendas y comer en algún restaurante te transporta de nuevo a la Edad Media.

Ciudad medieval de Carcasona | BEATRIZ TABARÉS

La fortaleza de Carcasona | BEATRIZ TABARÉS

Albi

Albi es conocida como la ciudad episcopal, ya que en el siglo XIII, después de la cruzada albigense contra los cátaros, llegó a ser una poderosa ciudad en este sentido.

Su principal encanto está en que aún conserva su antigua fisionomía caracterizada por el Pont-vieux, las fortificaciones que bordean el Tarn, el palacio de la Berbie y la catedral Sainte-Cécile, la mayor catedral de ladrillo del mundo. Este material, de tonos naranjas, rosas y rojos, es el que ha dado vida a esta ciudad.

Alrededor de esta última, que domina la ciudad de forma contundente, se aglutinan rincones por los que perderse, sabiendo que al otro lado nos espera el río, que nos ofrece unas vistas maravillosas. Albi ha sido una de las grandes sorpresas de nuestro recorrido.

Albí, la ciudad episcopal | BEATRIZ TABARÉS

Catedral de ladrillo de Albi | BEATRIZ TABARÉS

Paseo por las calles de Albi | BEATRIZ TABARÉS

Cordes-sur-Ciel

Uno de los pueblos con más encanto de Occitania es esta magnífica bastida albigense conocida como Cordes-sur-Ciel. Posee un rico patrimonio gótico, y en su zona alta conserva espléndidas casas, entre las que destacan la del Gran Halconero, la Prunet y la casa del Gran Montero.

Caminar por sus calles de aspecto medieval es un auténtico placer, entre tiendas artesanales y galerías de artistas. ¿Sabías que su nombre procede de la Córdoba española?

El conde de Toulouse, Raimond VII, decidió que su ciudad comercial se inspiraría en Córdoba y que su nombre sería el mismo, en occitano: Cordes. ¡Un dato curioso! Eso sí, tiene muchas más cuestas que la ciudad española, así que prepárate para fortalecer piernas y glúteos durante tu visita.

Las calles empedradas de Cordes-sur-Ciel | BEATRIZ TABARÉS

Rincones con encanto | BEATRIZ TABARÉS

Rocamadour

Llegamos a Rocamadour especialmente ilusionados gracias a una recomendación familiar. Fue un gran acierto y cumplió las expectativas con creces. Ver este precioso pueblo, conocido como lugar sagrado y destacado de peregrinación, emplazado en un acantilado calizo, podemos decir que emociona.

Rocamadour es bonito, pero su entorno salvaje es envidiable. La fama de sus santuarios hace que cada año infinidad de peregrinos pasen por este pueblo. Es por eso que ha llegado a ser uno de los lugares más visitados de Francia.

No podéis perderos la visita a la capilla de Notre-Dame o capilla milagrosa, donde se guarda una estatua de la Virgen Negra que data del siglo XII. Más de 200 escalones os esperan. 

Un pueblo también repleto de cuestas que requieren de un esfuerzo extra, pero que garantizamos vale la pena.

Rocamadour desde la carretera | BEATRIZ TABARÉS

Una de las calles principales de Rocamadour | BEATRIZ TABARÉS

Pueblo de Rocamadour | BEATRIZ TABARÉS

Saint-Cirq-Lapopie

Terminamos con la última parada de este artículo, en el pueblo medieval Saint-Cir-Lapopie. Ubicado en el departamento de Lot, ha sido considerado uno de los más bellos de Francia. No es para menos.

Sus tejados asoman entre la naturaleza salvaje del Parque Natural des Causses du Quercy, con unas magníficas vistas al río Lot.

Una vez accedes al pueblo, regresarás de nuevo a la Edad Media, recorriendo calles estrechas y pedregosas, con casas que datan de entre los siglos XII y XV, sumergido entre tejados naranjas y vestigios históricos de aquellos castillos que no sobrevivieron completos al paso del tiempo.

Vistas de Saint-Cirq-Lapopie desde un mirador | BEATRIZ TABARÉS

Calles de cuento en Saint-Cirq-Lapopie | BEATRIZ TABARÉS

Estas tan solo son cinco de las múltiples paradas de ensueño que se pueden realizar en una visita a la zona de Occitania, en el sur de Francia. Como recomendaciones, hacer el recorrido fuera de la época estival para evitar el calor en los ascensos por los pueblos, y conducir con precaución por las carreteras, que son en su mayoría de montaña.

A veces hay que perderse para volver a encontrarse, y el sur de Francia es el sitio perfecto para hacerlo.

Cinco rincones con encanto para perderse en Occitania - (c) - Beatriz Tabarés