Un estudio realizado por el Instituto de Políticas Públicas de Protección Animal (IPPPA) con 120 protectoras de todo el país, muestra que el maltrato animal ha crecido en más de un 51% por el impacto que la pandemia de COVID-19.
Esta encuesta indica, además, que no solo se están maltratando y abandonando gatos y perros: cada vez están más afectados por esta situación otros animales como roedores, équidos y reptiles.
Según afirma Rubén Pérez, portavoz de IPPPA, "esto es debido a la facilidad de adquisición a través de vías tanto regulares como irregulares, como las redes sociales o conocidas páginas web de compraventa".
Según el estudio, un 51,6% de las protectoras ha detectado más casos de maltrato animal durante los meses de confinamiento social.
Caballos desnutridos localizados en Sevilla en 2020 | SEPRONA
Ausencia de castigos
Pérez argumenta que "no sólo la prevención ha fracasado, sino que también la penalización se percibe claramente ineficiente en el estudio".
El informe confirma que existe una ausencia de sanciones, inhabilitaciones o condenas, a pesar de las advertencias constantes por parte de estas entidades. Es tanto así, que el 78,4% de los encuestados considera que sus denuncias o intervenciones no obtuvieron ningún tipo de castigo.
El IPPPA hace hincapié también en la falta de capacitación de los funcionarios y de las fuerzas de seguridad en casos de maltrato o de abandono de animales. En muchas ocasiones desconocen qué herramientas pone a disposición cada norma autonómica para evitar o prevenir el daño.
Perro lanzado vivo a una jauría en 2020 | POLICÍA NACIONAL
Todas las protectoras interpeladas consideran que estos cuerpos conocen "muy poco" la normativa de Protección Animal (57,9%) o ni siquiera saben de su existencia (42,1%).
Detrás de cada caso de maltrato animal hay vidas en juego. Para que los datos no se limiten a las cifras, las protectoras han aportado fotos y textos explicativos de casos de maltrato graves producidos desde el mes de marzo y hasta el pasado septiembre.
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