Decenas de osos polares invaden un archipiélago ruso
El cambio climático provoca un deshielo que les obliga a buscar alimento en estas zonas
He aquí el resultado visible de cómo afecta el cambio climático al planeta. Son muchos quienes no comprenden las graves consecuencias que puede tener, y que no han hecho más que comenzar. Sin embargo, las pruebas tangibles ya están llegando, y aquí tenemos una de ellas: un grupo de osos polares está invadiendo un archipiélago de Rusia en busca de alimento.
En la actualidad, Novaya Zembla, archipiélago ubicado en el océano Ártico y donde apenas viven 3.000 personas, se encuentra en estado de emergencia. Docenas de osos polares que están llegando a sus asentamientos desde diciembre de 2018, tal como ha informado la agencia estatal de noticias TASS. El jefe del gobierno local, Vigansha Musin, ha declarado, además, que más de cinco osos estaban en territorio de la guarnición militar local donde tiene su sede la Defensa Aérea.
El motivo de esta dramática situación es el cambio climático. Con la disminución del hielo marino en el Ártico a causa del calentamiento global, los osos polares cambian sus hábitos de caza y se aproximan a los asentamientos humanos en busca de comida.
Más de 50 osos polares pasean a menudo por Beluchia Guba, el pueblo más grande del archipiélago donde hay una base militar rusa. Según las autoridades de esta zona, entre seis y 10 de ellos habitan ya en este territorio.
“Tenemos miedo”
En algunos casos los animales tienen “un comportamiento agresivo”, ha confirmado el jefe adjunto de la administración Alexandre Minayev en el comunicado. “Atacan a la gente y entran en los edificios de vivienda y de servicios”, ha explicado.
La vida de los habitantes de esta zona se está viendo realmente afectada por la presencia de los osos. “La gente tiene miedo de abandonar sus hogares, y los padres no están dispuestos a dejar que sus hijos vayan a la escuela o al jardín de infancia”, ha explicado Minayev.
Para evitar la entrada de los osos polares en zonas pobladas las autoridades han puesto en marcha varias medidas, como la instalación de vallas, sonidos molestos o patrullas especiales. La caza de osos polares está prohibida porque Rusia los clasifica como una especie en peligro de extinción. Por esta razón, la agencia federal rusa para el medio ambiente se ha negado a emitir licencias para dispararles. ¿Cómo evolucionará esta situación? ¿No es acaso esta una prueba evidente de cómo nos está afectando el cambio climático?
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